Metoclopramida

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PackageDosisPrecioPrice per Dose
Dosis: 10mg
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Metoclopramida
Metoclopramida Description

Descripción de la sustancia Metoclopramida

La Metoclopramida es un medicamento utilizado principalmente para tratar problemas relacionados con el aparato digestivo. Su principio activo ayuda a mejorar el movimiento del estómago y los intestinos, promoviendo una digestión más rápida. Este fármaco pertenece a la clase de medicamentos llamados procinéticos y también tiene efectos antieméticos, lo que significa que puede prevenir náuseas y vómitos. La Metoclopramida actúa estimulando los receptores de dopamina en el sistema nervioso central, lo que favorece la motilidad gastrointestinal. Debido a estas propiedades, se emplea frecuentemente para tratar trastornos como la gastroparesia, reflujo gastroesofágico y náuseas derivadas de tratamientos oncológicos o cirugías.

Usos clínicos y beneficios

Uno de los principales usos de la Metoclopramida es facilitar el vaciamiento del estómago en pacientes con gastroparesia, que es una condición en la que el estómago tarda demasiado en vaciarse. También resulta efectiva en el control de las náuseas y vómitos, ya sea por causas quirúrgicas, por quimioterapia o por otras afecciones gastrointestinales. Gracias a su acción proquinética, puede aliviar síntomas como la sensación de plenitud, la pesadez y el ardor en el pecho. Además, ayuda a reducir el reflujo ácido al favorecer el paso de los alimentos desde el estómago hacia el intestino, disminuyendo así el contenido ácido que puede irritar el esófago.

Modo de administración y dosificación

La Metoclopramida se administra generalmente en forma de tabletas, solución inyectable o gotas. La dosis depende de la condición específica del paciente, su peso y su respuesta al tratamiento. En adultos, la dosis habitual puede variar entre 10 y 40 mg al día, dividida en varias tomas. Es importante seguir las indicaciones del médico o farmacéutico al respecto. La duración del tratamiento también debe ser supervisada, ya que un uso prolongado puede aumentar el riesgo de efectos adversos. En algunos casos, puede recomendarse la administración antes de las comidas para obtener mejores resultados.

Precauciones y efectos secundarios

La Metoclopramida puede ocasionar efectos secundarios en algunas personas. Los más comunes incluyen cansancio, somnolencia, mareo o sensación de inquietud. En algunos casos, se han reportado efectos neurológicos como movimientos involuntarios o temblores, especialmente si se usa durante largos períodos o en dosis elevadas. Debido a estos riesgos, no debe administrarse en pacientes con antecedentes de trastornos nerviosos, epilepsia o en quienes hayan tenido reacciones adversas previas a este medicamento. También se recomienda tener precaución en personas con problemas cardíacos, hipertensión o enfermedades hepáticas. Es fundamental informar al médico sobre cualquier efecto extraño o persistente durante el tratamiento.

Contraindicaciones y advertencias

La Metoclopramida está contraindicada en personas con obstrucción intestinal, hemorragia gastrointestinal o antecedentes de hemorragias por úlcera perforada. Tampoco debe usarse en pacientes con antecedentes de torsión de la cuerda espiral o en casos en que se sospeche una obstrucción del tracto gastrointestinal. Es importante que no se combine con ciertos medicamentos que puedan interactuar, como los bloqueadores de los receptores de dopamina o los medicamentos que afectan el sistema nervioso central. Además, debe usarse con extrema precaución en mujeres embarazadas o lactando, solo bajo supervisión médica. La supervisión durante el tratamiento ayuda a prevenir complicaciones y a ajustar la dosis según sea necesario.

Consideraciones finales

La Metoclopramida es un medicamento eficaz para tratar diversos trastornos digestivos y prevenir náuseas y vómitos. Sin embargo, su uso debe ser controlado por un profesional de la salud debido a los posibles efectos adversos y contraindicaciones. La correcta administración, respeto a las dosis indicadas y la supervisión médica son clave para obtener los mejores resultados y reducir riesgos. Como con cualquier medicación, la comunicación abierta con el médico y la lectura detallada del prospecto son fundamentales para garantizar un uso seguro.