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¿Qué es la Repaglinida?

La repaglinida es un medicamento utilizado en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Pertenece a la clase de sulfonilureas, aunque en realidad es un derivado de las meglitinidas. Su función principal es ayudar a controlar los niveles elevados de glucosa en sangre después de las comidas. La repaglinida actúa estimulando la secreción de insulina en el páncreas, haciendo que el organismo utilice la glucosa de manera más eficiente. Esto la convierte en una opción útil para pacientes que necesitan un control rápido y efectivo del azúcar en sangre.

Mecanismo de acción y beneficios

El mecanismo de acción de la repaglinida se basa en la estimulación de las células beta del páncreas, que fabrican insulina. Cuando se ingiere con alimentos, la repaglinida ayuda a liberar insulina justo en el momento en que los niveles de glucosa aumentan tras las comidas. Esto resulta en una reducción más rápida y efectiva de los picos de glucosa postprandial. Entre sus beneficios destacan la rapidez de acción y la flexibilidad en el control del azúcar, especialmente en pacientes con horarios de comida irregulares o en aquellos que necesitan ajustar su medicación en función de su ingesta alimentaria.

¿Cómo se debe tomar la repaglinida?

La dosis y forma de administración de la repaglinida deben ser indicadas por un médico, ya que dependen de las necesidades específicas de cada paciente. Generalmente, se toma antes de las comidas principales. Es recomendable tomarla aproximadamente 15 minutos antes de comer, para que su efecto sea máximo durante la ingesta. Es importante seguir las instrucciones médicas y no modificar la dosis sin consultar al profesional. La regularidad en el horario también ayuda a mantener niveles estables de glucosa en sangre. La repaglinida suele utilizarse en combinación con otros medicamentos antidiabéticos o con cambios en la dieta y el ejercicio físico.

Precauciones y posibles efectos secundarios

Como todos los medicamentos, la repaglinida puede causar efectos secundarios en algunas personas. Los más comunes incluyen hipoglucemia, que puede presentarse si se toman dosis excesivas o no se come adecuadamente después de la medicación. Los síntomas de hipoglucemia son sudoración, temblores, mareos o confusión. Es fundamental tener un seguimiento médico cercano para ajustar las dosis. También puede producir bienestares digestivos, como náuseas o malestar estomacal. En casos raros, puede ocurrir una reacción alérgica o efectos adversos en el hígado.

Es importante informar al médico si se tienen antecedentes de problemas hepáticos, renales o si se está sometido a algún tratamiento concomitante. La repaglinida puede interactuar con otros medicamentos, por eso siempre debe usarse bajo supervisión médica. Asimismo, no se recomienda su uso en pacientes con diabetes tipo 1 o en situaciones de cetoacidosis diabética. La monitorización regular de los niveles de glucosa en sangre es indispensable para evitar complicaciones.